En su lista de tareas, la promoción de economías e inversiones circulares, verdes y biológicas; detener la deforestación; proteger la biodiversidad terrestre y marina; promover un paisaje sostenible y resiliente, y la reconversión de cadenas de valor alimentario y producción rural.
En ese contexto, el comisario Sinkevicius habló con Alexandra Moreira, secretaria general del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), una organización que desde 1978 ha ido evolucionando y, entretanto, incluye las metas de la agenda 2030 de la ONU entre sus objetivos, ahora de desarrollo sostenible.
«Una de las prioridades de nuestro tratado es generar mejores condiciones de vida a los habitantes de la Amazonía. Partimos de la plena inclusión de los territorios a partir del uso racional de los recursos que alberga, partiendo del recurso hídrico, piedra angular de este tratado», dijo Moreira a DW.
No solo bosques y agua
La función de la OTCA, invitada a los anuales Development Days de la UE, es colaborar en «las agendas positivas” de los ocho países que comparten la Amazonía, entretanto algo que se percibe como patrimonio universal. ¿Lo ven así Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, que integran desde 1978 la OTCA?